En el Día Mundial de Trasplante de Órganos y Tejidos les quiero contar mi historia. Soy la afortunada mamá de Josetomás, un niño de 14 años, quien va al colegio, tiene amigos y hace su vida como cualquier adolescente.
Hace 8 años mi hijo recibió un trasplante de células madre de cordón umbilical, que provenían de un banco público, porque nació con una enfermedad poco común llamada Anemia de Blackfan Diamond. Después de este tratamiento, la patología desapareció por completo.
Aún es difícil hablar de este tema, y revivir el proceso, porque fue durísimo. Sin embargo, lo que me mueve, es ayudar a generar conciencia.
Un banco público en el país es la posibilidad de cambiar y darle vida a alguien como mi hijo. Importar las células madre es muy costoso e imposible para algunas familias y un banco público permite acceder a ellas de manera más expedita y menos costosa.
Donar un cordón o células madre es regalar vida, es darle esperanzas y posibilidades de cambiar la vida a muchas personas que, sin ellas, no tendrían un futuro.