58% de las personas con Parkinson percibieron deterioro de su salud mental en pandemia
En el contexto del Día Internacional de la Enfermedad de Parkinson, CENPAR- centro clínico neurológico especializado en el tratamiento de este trastorno neurodegenerativo- realizó un estudio entre sus pacientes para evaluar el impacto de la pandemia en su salud. La autopercepción entre los encuestados sobre los efectos de este periodo en materia física y cognitiva también fueron relevantes.
Santiago, 11 de abril. – Largos meses de confinamiento, distanciamiento social y reducción de los espacios de interacción. Son sólo algunas de las consecuencias que provocó la pandemia, y que hoy, más de dos años después, comienzan a mostrar sus efectos en la población, especialmente en la más vulnerable, como la de adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Una de ellas es el Parkinson. Aunque no hay una cifra oficial de su prevalencia en Chile, de acuerdo al Plan de Garantías Explícitas de Salud (GES) del Ministerio de Salud, se estima que son cerca de 40 mil las personas que viven con este trastorno neurodegenerativo, una cifra que crecerá con el progresivo aumento de los adultos mayores, que representarán hacia el 2050 el 25% de la población, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Precisamente para identificar los principales impactos de la pandemia en la salud de las personas con esta enfermedad, CENPAR- centro clínico neurológico especializado en el tratamiento del Parkinson, realizó un estudio a 85 de sus pacientes, la mayoría sobre 50 años y con más de cinco años de diagnóstico.
“El quedarnos en casa, provocó en las personas con Enfermedad de Parkinson un cambio en la rutina cotidiana, limitando sus actividades de esparcimiento y disminuyendo la oportunidad de asistir a sus controles médicos y continuar con su proceso de rehabilitación. Eso lo vimos en el estudio, donde un 48% de los consultados señaló verse obligado a realizar cuarentenas obligatorias o preventivas y un 75% que debió dejar de realizar sus actividades habituales”, explica el doctor Roque Villagra, neurólogo y Director Médico de CENPAR.
Los efectos en la salud mental
Respecto de las repercusiones en la salud mental, un 58% de los pacientes percibió un empeoramiento en este ámbito, un 55% reveló que se sintió ‘angustiado, abrumado o temeroso’ y un 48% que se sintió ‘solo’ durante el periodo más duro de confinamiento.
“Durante la pandemia pudimos observar en forma muy importante que la salud mental era uno de los aspectos más dañados. Con el aislamiento, la soledad y las restricciones de movilidad, muchos de nuestros pacientes al perder su red social, retrocedieron en lo motor, pero sobre todo en lo anímico”, explica el neurólogo.
En tanto, el 54% sintió que había experimentado un deterioro cognitivo, lo que, según el especialista, se pudo evidenciar a través de las consultas en señales como la falta de concentración y alteraciones de la memoria.
Daño en la salud física y rehabilitación
En término de la continuidad de los tratamientos, un 66% de los pacientes consultados mantuvo actividades de rehabilitación; el 85% mantuvo contacto con profesionales de la salud a través de manera presencial o de telemedicina, e indicó que esto le ayudó a sobrellevar el período de confinamiento.
Pese a esta continuidad, la encuesta arrojó que el 70% de los pacientes consultados percibió que su salud física se deterioró en la pandemia.
“Los pacientes en confinamiento constante sufren el riesgo de perder masa muscular y tener menos equilibrio. En ese sentido, los procesos de rehabilitación se hicieron y se harán urgentes para que el paciente vuelva a recuperar su funcionalidad anterior”, reflexiona el doctor Roque Villagra. “Nuestra impresión es que como país contrajimos una deuda enorme con este grupo de pacientes, cuyo tratamiento deberá recoger las secuelas dejadas por la pandemia, y apoyarse en instrumentos como la telemedicina para llegar a los lugares más apartados y ayudar así a mejorar la calidad de las personas y su grupo familiar”, finaliza.
Sobre CENPAR:
CENPAR es un centro clínico neurológico especializado en el tratamiento del Parkinson. Nació como una iniciativa filantrópica para atender a personas con Enfermedad de Parkinson, trastornos neurológicos diversos y adultos mayores, con un enfoque integral, multidisciplinario y social que, junto a la terapia farmacológica visada por neurólogos, incorpora a la rehabilitación como eje central del tratamiento. Abarca especialidades como la kinesiología, nutrición, fonoaudiología, terapia ocupacional, neuropsicología, educación para la familia del paciente y talleres.
Contacto de prensa:
Javiera Kessra